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Anoche concluyó la visita a la Ciudad de Panamá dejando un buen sabor de boca de este pequeño y austral país de America Central, que hace poco más de un siglo fue parte de la Gran Colombia. La tarde de ayer fue dedicada a hacer un recorrido, cortesía de la Universidad de Panamá, por sus sitios emblemáticos, el cual inició por una visita al canal, ese jirón que fue cortado en lo que era un lecho de un río, para conectar al Océano Atlántico con el Pacífico.
Canal para dos océanos. Panamá es el canal y el canal es Panamá, bueno al menos desde que Carter le regresó la soberanía del mismo, ya que su economía gira en torno a este rasguño que le hicieron a la tierra a lo largo de 80 kilómetros, para que artificialmente pudieran cruzar los barcos y ahorrarse la larga travesía de dar la vuelta hasta Cabo de Hornos, allá donde termina Chile y toda la América del Sur. Las Flores es el nombre de un centro de visitantes al canal, que es moderno mirador y museo sobre el Canal de tres pisos, que permite ver detalle a detalle de la espera de los barcos. En la visita nos tocó ver tres grandes barcos, uno que justamente terminaba de cruzar, otro que estaba a medio camino y un tercero que pacientemente esperaba su turno, para pasar por el angosto, pero profundo canal. El trayecto del istmo de Panamá tarda cerca de ocho horas, debido a las esperas y el paso lento en esto que parece un riel de agua. El desnivel de los océanos, el Atlántico tiene una altura mayor, hizo que generaran un sistema de esclusas o compuertas, que permite que suban y bajen los barcos los dos niveles de agua. Los barcos de gran calado son arrastrados por máquinas, tipo las de ferrocarril que se apostan en el frente, y con cables lentamente los conducen por las estrecheces de la parte del canal donde están las esclusas.
País tropical. La vegetación de Panamá es completamente tropical, verde y abundante, sus cerros son bosques elevados, donde la lluvia y el calor permanente de todo el año alimentan la rica flora y fauna. Después de la visita al canal, nos llevaron a ver el casco antiguo de la ciudad. En el trayecto pasamos por una nueva área que rellenaron en la bahía y que permite bordear el mar, y admirar la modernidad del centro financiero de Panamá. La vista de la ciudad es impresionante, es algo parecido, en menor proporción, a Hong Kong. Su centro parece cubierto de rascacielos, principalmente para departamentos, que se elevan como champiñones uno detrás del otro a la orilla del mar. Las fotos salen envidiablemente con gran perspectiva, porque hay una vista sin obstáculos. Llegamos al casco antiguo, un lugar donde se concentran ruinas de lo que fue la Panamá de las postrimerías del siglo diez y siete (1600’s), son muros rotos, cimientos y quizá lo más completo son los vestigios de la iglesia, la cual contrasta al mirarse con dos torres de edificios modernos que están a lo lejos. Según la historia, la incipiente urbe fue destruida por piratas y algunos dicen que fue autodestruida por la rivalidad entre los conquistadores. La noche concluyó con una comida en la zona turística del camino artificial, un relleno producto de la excavación del canal, que une la isla con la parte continental de la ciudad. Intentamos, antes y después de la anterior visita, llegar al centro viejo de Panamá, pero el tráfico era demasiado, así que sólo miramos de soslayo sus intrincadas calles y cables aéreos que asemejan una telaraña, que sirven de marco y residencia de la vida comercial de la capital de este país. El resto de la ciudad es bastante moderno, capital financiera de la región por su secreto bancario, y su aeropuerto es uno de los principales en tráfico de América Central.
Reunión IFLA LAC. El recorrido vespertino y nocturno fue el premio de asistir a la reunión de medio año de la Sección de América Latina y el Caribe, a la cual asistieron miembros de Argentina, Brasil, Colombia, México, Panamá, Paraguay Perú. El evento se realizó en la Ciudad de Panamá, bajo los auspicios del Sistema de Bibliotecas de la Universidad de Panamá, una enorme institución de más de 50,000 alumnos en un país que tiene cerca de tres y medio millones de habitantes. El edificio de la Biblioteca Central es quizá de mediados del siglo pasado, con un edificio de cuatro pisos, que fue donado por la Organización de Estados Americanos (OEA). Su ubicación es central en el campus, con excelentes vistas de las facultades que la rodean, las cuales tienen entre sus pasillos, áreas verdes y calles de bastante vegetación. En sus pasillos aún se ven herramientas bibliográficas. En el tercero, hay una larga hilera de muebles kárdex de revistas, como los que hacía PM Steel. Sus colecciones de revistas están resguardadas en estantería cerrada. Su director general de bibliotecas fue un excelente anfitrión, que mantuvo constante la provisión de bocadillos, galletas y bebidas durante el día y medio que duró la reunión.
Conclusión. En conclusión, la vista de dos días fue productiva profesionalmente y la tarde libre fue de grandes vistas marinas y urbanas, dejando un sabor grato de este pequeño país del extremo sur de América Central, donde la hospitalidad del área de Bibliotecas de la Universidad de Panamá hizo más placentera la visita.